Durante demasiado tiempo, en los núcleos urbanos, sobre todo en las grandes ciudades, se ha pasado por alto la importancia de conservar, en la medida de los posible, un contacto directo con la naturaleza. La tónica general ha sido convertir estos espacios en junglas de asfalto y cristal, donde el gris era el color predominante.
No obstante, y afortunadamente, la mentalidad está cambiando, el conjunto de la sociedad se está dando cuenta de la necesidad de vivir en entornos con más naturaleza. Los parques, jardines y espacios ecológicamente activos aportan un sinfín de beneficios a la salud de las personas, tanto físicamente como psicológicamente.
Del mismo modo, incorporar elementos naturales a las oficinas ofrece un buen número de ventajas, tanto saludables como productivas, ya que las plantas limpian el aire y ofrecen compañía, recargan la energía y reducen el estrés a los trabajadores.

En este sentido, los jardines verticales se estánconvirtiendo en toda una tendencia ecofriendly por la versatilidad que ofrecen y su fácil adaptación a los entornos urbanos e interiores en todo tipo de inmuebles.
Concretamente, el efecto que produce la incorporación de los jardines verticales en las oficinas los vuelve mucho más acogedoras, con un ambiente relajado, pero altamente productivo gracias a la tranquilidad que ofrece el estar rodeados de vegetación.
Por otro lado, y para incidir aún más en sus beneficios, estos muros verdes, como también se les llama, afectan positivamente a los sentidos. Su olor tiene una acción depurativa, en relación a la vista, provoca una sensación de bienestar y energía, al tiempo que aumenta la concentración, el tacto de estas plantas tiene un resultado anti estresante. Crea, por tanto, un clima de trabajo mucho más agradable, aumentando la productividad, disminuyendo el estrés y las bajas por enfermedad.
En este sentido, los beneficios son claros tanto para la empresa como para los trabajadores. Así mismo, en relación a la mejora de la salud, no se puede olvidar que las plantas son renovadores naturales de aire, como ya se ha comentado, por lo que colocarlas en un lugar cerrado hace que actúen como purificadores, convirtiendo el dióxido de carbono en oxígeno. Tampoco hay que dejar de mencionar su excelente función como aislante acústico y término o su incalculable valor estético.
Ahora que se conocen algunas de sus bondades, de las que se puede ampliar información en este otro post de nuestro blog, estos son los pasos que se deben dar a la hora de decidirse por instalar un jardín vertical en la oficina y empezar a disfrutar de todos sus beneficios.

1. Elegir el tipo de jardín vertical que se quiere instalar
Como hay diferentes tipos de jardines verticales, el primer consejo va a ser buscar información sobre las diferentes opciones entre las que se pueden elegir. Una de las formas más sencillas de diseñar un jardín vertical y también de las más habituales es a partir de contenedores o macetas, pero no es la única. Otra forma bastante común es el de utilizar los llamados bolsillos para plantas, que son unas bolsas verticales colgantes realizadas con tela de fieltro.
Los enrejados de madera también son una solución sencilla y eficiente, en ella se pueden colgar macetas o facilitar la labor a las plantas trepadoras, como las enredaderas. Una tendencia muy orgánica que suma adeptos es la colocación de cajas y pallets reciclados forrados de tela de jardinería para que el sustrato no se pierda.
Estas son solo algunas de las opciones, en caso de duda, lo mejor es contactar con nuestro equipo experto de decoraciónvertical.es a través del formulario de contacto o llamando por teléfono para recibir el mejor asesoramiento.
2. Elegir la ubicación del jardín vertical
Una pared verde se puede situar en el interior o en el exterior de las oficinas, dependiendo del espacio del que dispongas y de la finalidad que se quiera conseguir.
Cuando se colocan en el exterior, se logra un gran impacto en la estética del edificio, en sus fachadas y, por ende, en las ciudades. Resulta ser un revulsivo muy interesante para captar la atención de clientes potenciales que se sientan identificados con los valores de la marca en relación a la ecología y el medio ambiente.
Cuando se coloca en el interior, que es el espacio al que va dedicado este artículo, los efectos positivos son, principalmente, para los trabajadores, los que pasan mayor tiempo en estos emplazamientos

3. Elegir las plantas que se desean colocar
La elección de las plantas es de suma importancia para que el jardín vertical seaun éxito. Deberán tenerse en cuenta factores fundamentales como que se traten de especies de interior o exterior, la cantidad de luz que necesitan, los cuidados que deberán recibir, el diseño estético que se quiera crear… el objetivo es acertar con las más apropiadas en función de donde vayan a colocarse.
Las plantas conocidas con el nombre de suculentas son siempre muy buena opción. Sus principales ventajas son su gran variedad, que crecen fácilmente tanto en interiores como en exteriores, que son extremadamente resistentes y no necesitan que se le preste demasiada atención.
Las plantas herbáceas, por su parte, también resultan ideales para los jardines verticales de oficinas. Son aquellas que no tienen tallos leñosos y destacan por su rápido crecimiento. Aportan mucho color, son flexibles y se adaptan con facilidad a las estructuras verticales.
Otras plantas recomendables para los jardines verticales son las trepadoras, los helechos, las orquídeas, las cintas o las aromáticas, que aportan fragancias muy agradables. Es muy importante tener en cuenta que hay que elegir plantas con un comportamiento y necesidades parecidas, y para eso lo mejor a la hora de hacer la elección es dejarse aconsejar por nuestro equipo experto.
4. Empezar por lo básico y asegurarse que arraigan
Aunque es conveniente elegir plantas con similares necesidades, también es cierto que se pueden colocar las que requieran más agua o sean favorables a climas húmedos en la parte inferior del jardín vertical. Como cabe suponer, en la parte superior quedarán las plantas que soporten bien la falta de agua, ya que, de forma natural, gracias a la gravedad, las zonas más bajas recibirán una mayor cantidad de agua.
En cualquier caso, antes de plantarlas en vertical, hay que asegurarse de que arraiguen y para eso es mejor dejar que echen sus raíces en horizontal. De este modo, cuando cambien su posición y se coloquen en posición vertical sus raíces serán más fuertes favoreciendo su resistencia y permitiendo que las plantas crezcan con mayor facilidad.
5. Cuidado diario de las plantas
Es importante tener en cuenta quién se va a ocupar del cuidado de las plantas y el tiempo disponible que tiene para ellas. Si no hay una persona expresamente encargada, aunque tenga otras funciones, y no puede prestarles demasiada atención, lo mejor es optar, como se comentaba con anterioridad, por aquellas especies más resistentes que no necesitan demasiados cuidados.
No obstante, hay que saber que a cada día que pasa existen mayores facilidades para mantener un jardín vertical con muy poco esfuerzo. Valga como ejemplo los sistemas de riego automatizados, fáciles de implementar y que ayudan enormemente a la viabilidad y éxito de cada proyecto.